Aceite de palma: ¿Es tan malo como dicen?

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El aceite de palma está presente en una gran cantidad de productos procesados que encontramos a diario en el supermercado: galletas, bollería, patatas fritas, untables… Su presencia ha generado bastante controversia en los últimos años.

Pero, ¿realmente es tan malo para la salud? ¿Y qué hay del medio ambiente? En este artículo te comparto información basada en evidencia para que puedas decidir con calma si es algo que merece tu atención o no.

¿Qué es exactamente el aceite de palma?

Es un aceite vegetal que se extrae del fruto de la palma africana (Elaeis guineensis). Tiene un uso muy extendido en la industria alimentaria porque es barato, le da muy buena textura a los productos y resiste bien las altas temperaturas.

Lo encontramos habitualmente en:

  • Bollería industrial

  • Cremas de cacao y untables

  • Snacks salados y galletas

  • Margarinas

  • Productos precocinados

También se utiliza en productos no alimentarios como jabones, cosméticos y productos de limpieza.

¿Qué es lo que preocupa de este aceite?

Principalmente, dos aspectos: su composición nutricional y lo que puede generar su procesamiento industrial.

1. Su perfil de grasas

El aceite de palma contiene un 50% de grasas saturadas. No todas las grasas saturadas contribuyen en igual medida a las enfermedades cardiovasculares, sino que depende de los ácidos grasos de los que estén compuestas. Por ejemplo, el aceite de coco virgen es saturado pero al llevar ácidos grasos de cadena media, es un aceite cardiosaludable (aunque nada del otro mundo, no es mejor que el aceite de oliva). Sin embargo, el ácido graso mayoritario en el aceite de palma es el ácido palmítico, que es de los menos saludables por estar relacionado con las enfermedades cardiovasculares y el cáncer.

2. Compuestos perjudiciales formados en su refinado

Cuando el aceite de palma se refina a temperaturas superiores a 200 °C, pueden generarse compuestos como los ésteres de glicidol y los ésteres de MCPD (3-MCPD y 2-MCPD). Así es como tomamos el aceite de palma y otras grasas vegetales: refinadas y calentadas, no en su estado natural.

La Agencia Internacional de Investigación del Cáncer (IARC) clasificó al 3-MCPD como posible agente carcinógeno en humanos (Grupo 2B). Y el glicidol y sus ésteres glicidílicos fueron clasificados por la IARC como probables agentes carcinogénicos (Grupo 2A).

La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) señaló especialmente al aceite de palma, preocupándose por los grupos de población más vulnerables como los lactantes y los niños y niñas.

¿Es bueno quitar el aceite de palma de los productos?

       A nivel de salud, si tenemos una visión global del problema, no importa tanto como pudiera parecer. ¿Por qué? Porque el aceite de palma es añadido a productos que son insanos de por sí: galletas, patatas fritas, precocinados, bollería, chocolatinas. Alimentos altamente procesados, refinados, con harina, azúcar, grasas añadidas y sin nutrientes. Por lo que, por mucho que los supermercados retiren el aceite de palma de sus productos y lo sustituyan por aceite de girasol, estos productos seguirán siendo perjudiciales para la salud. A mí me hace especial gracia el hecho de que la gente, en su momento, se echara las manos a la cabeza diciendo “¡Dios mío, la nutella provoca cáncer!”, porque que este tipo de cremas de chocolate contribuya al cáncer, ya se sabía: 

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Sólo hay que mirar los ingredientes: Azúcar, manteca de palma, avellanas (13%), cacao desgrasado (7,4%), leche desnatada en polvo (6,6%), suero lácteo en polvo, lecitina de soja, vainillina. La lista de ingredientes de los productos siempre están ordenados por orden de cantidad. Luego miramos la Tabla de Información Nutricional para confirmar: Azúcares 56,8%!!! Grasa 31,6%. Este producto es prácticamente azúcar + grasa de palma. Que ahí estén escondidos el glicidol y el 3-MCPD es casi irrelevante. Los productos procesados y refinados aumentan el riesgo de cáncer por sí solos. Por ejemplo, el azúcar provoca inflamación y la secreción de factores de crecimiento como el IGF-1, que aumenta la proliferación de células tumorales. También aumenta el riesgo CV, aumenta la tensión arterial, predispone a la obesidad y aumenta el riesgo de diabetes tipo II, ambas condiciones que aumentan las papeletas de tener cáncer.

¿Y desde el punto de vista medioambiental?

Aquí sí hay un problema claro. El aceite de palma es el principal responsable de la deforestación y el desastre que está ocurriendo en Indonesia y Malasia. Según Greenpeace, Indonesia ha perdido 31 millones de hectáreas de selva tropical de 1990 a 2017, una superficie del tamaño de Alemania, poniendo en peligro de extinción animales que viven allí, como los orangutanes. La deforestación para la expansión de plantaciones de la palma aceitera fue una de las causas que provocaron la crisis de incendios forestales que asoló Indonesia en 2014 y 2015. La estimación del coste económico de este desastre es de 16 millones de dólares y la extensa nube de humo afectó a millones de personas, no solo de Indonesia, sino también de la vecina Malasia y Singapur. Los incendios fueron también una fuente importante de emisiones de gases de efecto invernadero: en muchos días durante octubre y noviembre, superaron el promedio diario de las emisiones de Estados Unidos.

Aunque existen sellos como el RSPO (Roundtable on Sustainable Palm Oil) que promueven una producción más responsable, su eficacia y control todavía son cuestionados por muchas organizaciones.

Entonces, ¿qué puedes hacer?

Aquí te comparto algunas ideas prácticas:

  • Prioriza alimentos frescos o mínimamente procesados: frutas, verduras, frutos secos, legumbres, aceite de oliva…

  • Si compras procesado, opta por productos con pocos ingredientes y sin grasas refinadas.

  • Revisa las etiquetas: si ves “aceite de palma” o “grasa vegetal (palma)” puedes decidir evitarlo.

  • Recuerda que importa más el conjunto que un ingrediente aislado. Una galleta sin azúcar sigue llevando harina refinada, aceite añadido, edulcorantes y ha sido horneada...no alimenta. Es más, si tienes que leer más de 5 ingredientes en un producto, mejor compra otra cosa.

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En conclusión

El aceite de palma es un ingrediente que es mejor evitar, pero que un producto no lo lleve no lo convierte en saludable. Lejos de seguir ciegamente los titulares sensacionalistas, debemos saber qué estamos comiendo y poner las cosas en perspectiva. Espero que hayas aclarado tus dudas y te sientas ahora con más criterio para elegir qué comer. 

Más información: 

https://www.efsa.europa.eu/en/efsajournal/pub/4426 
http://www.aecosan.msssi.gob.es/AECOSAN/web/seguridad_alimentaria/subdetalle/3_MCPD.htm 
http://www.greenpeace.org/espana/es/news/2017/Abril/El-Parlamento-Europeo-senala-al-aceite-de-palma-como-una-de-las-principales-causas-de-deforestacion-del-planeta/ 
-http://www.greenpeace.org/espana/es/news/2016/Marzo/Colgate-Palmolive-JohnsonJohnson-y-Pepsico-complices-de-la-deforestacion-de-Indonesia/ 

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